El paso del tiempo, el sol y otros agentes externos dejan huella en la piel de la cara y el escote. Esto se ve reflejado en la aparición de manchas, rojeces, poros abiertos, capilares abiertos o falta de brillo. El fotorejuvenecimiento emplea la Luz Pulsada Intensa (IPL) para corregir estos efectos sobre la piel. A parte del rostro, el IPL permite tratar también manos y escote.
El tratamiento completo consta de unas de 5 sesiones de 15-20 minutos cada una. En cada fase se irá corrigiendo un problema de la piel, hasta conseguir el resultado deseado.
Es un método fácil de aplicar y que no requiere apenas tiempo de recuperación. El IPL puede también combinarse con otros tratamientos estéticos como el botox o los rellenos faciales.